A la comunidad:
Nuevamente asistimos a la embestida de las corporaciones contra la Ley Nacional de Salud Mental (LNSM). Esta vez fue en “Infobae” ayer, 25 de octubre, donde algunos “psiquiatras” sosteniendo el Modelo Médico Hegemónico (MMH) pretendiendo manipular la opinión pública y en una posición meritocrática, hablaron de un supuesto “abolicionismo psiquiátrico” y pretendieron oponer psiquiatría y salud mental.
En dicha nota, pletórica de conceptos erróneos, nos encontramos con un discurso que denota odio ante la pérdida de privilegios que implica la Ley 26.657. En una pobre exposición algunos llamados psiquiatras, sin lectura de dicha ley, sostienen que según la misma los psicólogos podrían medicar; lo cual no tiene otro término para denominarse más que… MENTIRA.
Recordemos que la LNSM sostiene que la internación voluntaria, involuntaria y/o el alta por salud mental debe ser firmada por al menos dos profesionales y uno de ellos necesariamente debe ser psicólogo o psiquiatra; en ninguna parte del texto hace mención a que algún profesional que no fuese médico, podría medicar. Esto no está dentro de las incumbencias de un psicólogo, no nos hemos formado para eso, ni es de nuestro interés; tenemos conocimientos muy diferentes para abordar el padecimiento subjetivo pues no pensamos al sujeto como enfermo. Nosotros contamos con la palabra.
En la mencionada nota se habla de porcentajes incomprobables (sin citas) y presenta viñetas clínicas de dudosa realidad como argumento de un supuesto movimiento contra la psiquiatría, que apenas llega a la victimización.
Los y las psicólogas que trabajamos en el ámbito de la salud pública en la CABA, salvo lastimosas excepciones, trabajamos palmo a palmo con nuestros compañeros psiquiatras y compartimos tanto la responsabilidad como la preocupación por la salud de nuestros pacientes. Efectuamos internaciones e indicamos el alta en colaboración, nos complementamos con todos los profesionales que conformamos el equipo interdisciplinario en Salud Mental.
El proceso de desmanicomialización aún es una deuda que tenemos como sociedad, pero dicho proceso no será con la exclusión de ninguna práctica, ni con el recorte al sistema de salud.
Lamentamos el pésimo nivel de conocimiento de los entrevistados en la nota que sólo pretenden la hegemonía y mantener los privilegios de una corporación.
Desde la APGCABA compartimos la idea de que “ganar derechos genera alegría y perder privilegios genera odio”.
APGCABA. Comisión Directiva
